Las posibilidades del entorno natural en el que pretendemos trabajar son un pilar muy sugerente como escenario donde desarrollar e inspirar nuestras acciones y movimientos… así como
nuestra quietud. La intención es conseguir en los participantes una vivencia especial de su presencia dentro de un grupo, dentro de un espacio, dentro de la Naturaleza, dentro del Universo…, una vivencia de sensibilidad, desde sus sensaciones físicas y desde las emociones y sentimientos desprendidos de las mismas. Lo que está alrededor en ese lugar natural se nos vuelve más cercano, empezamos a sentir o comprender que estamos frente a otros seres vivos…; el apoyo y contacto con un árbol, el olor de algunas hierbas y flores, la visión de una gama cromática deslumbrante en las rocas o en las flores, la suavidad de un musgo … suponen experiencias de atención, de percepción y por tanto de asimilación de nuevas sensaciones, emociones, ideas y sentimientos.